La habitación estaba casi a oscuras y el día no ayudaba a ver las cosas de
forma muy distinta. Lola fumaba pitillo tras pitillo contemplando la foto de
sus dos hijos. Su marido permanecía en el otro sillón, callado, lloroso y por
la casa se oía el murmullo de la gente, familiares y amigos que querían
permanecer a su lado en este duro trance. Lola movía la cabeza con rotundidad
sin poder creer lo acontecido. Parecía cosa de meigas o de brujas, cosa del
demonio
Vivían en una aldea muy pequeña, al norte de Galicia. Su marido trabajaba en
una empresa naval de administrativo. Las cosas habían ido muy mal durante
muchos años. Creyeron perder el trabajo montones de veces pero...la suerte
siempre les había acompañado a pesar de que Lola muchas veces lloraba y se
lamentaba de su mala suerte cuándo oía que no había trabajo, que la fábrica iba
a cerrar. Lola se anteponía a lo que iba a suceder y sufría enormemente en
vano, ya que el único que sabe tú destino es nuestro Dios. Ella se consideraba
desdichada y pensaba en lo que sucedería si en algún momento la fábrica
cerraba. El sueldo de sus hijos era...irrisorio. Ellos eran pintores, los dos,
y se ofrecían por horas para pintar las casas. Iban quitando unos eurillos ya
que cobraban muy poco y trabajo parecía que no les iba faltando. Pero lo poco
que sacaban era para la gasolina ya que de la ciudad al pueblo había unos
cuántos kilómetros.
Ella siempre había sido una mujer muy activa dentro de la parroquia de su pueblo
y ayudaba mucho en la Iglesia. En la última recolecta que había realizado con
el párroco, habían ido por las aldeas, recaudando alimentos para los más
necesitados y Lola había sido una de las impulsoras en dicha campaña. También
había acudido con el párroco a hablar con el alcalde. La carretera para llegar
a su aldea estaba llena de socavones y era un peligro. Habían acudido varias
veces a hablar con él. Ellos pagaban los impuestos al igual que todos los de su
pueblo y no comprendían como esa carretera podía estar en ese estado. Era
una mujer activa y luchaba por el bienestar de su parroquia.
Quién le iba a decír a ella, que tal día como hoy, viniendo sus hijos de
trabajar, habían perdido el control del coche en uno de esos socavones. Se
habían caído por la cuneta 30 metros. Los dos habían fallecido. Sus dos hijos,
los únicos que tenían, sus dos amores. Con ellos se habían ido sus ganas de vivir.
Tanto como había peleado ella por los accesos de la carretera....tanto como
había peleado por un nuevo asfaltado del terreno...y ahora...sus hijos habían
fallecido ahí. En la misma carretera donde ella había exigido ante el alcalde
unas mejoras. Y con sus hijos...ya iban cuatro personas en lo que iba de año. Y
en ese instante Lola decidió luchar con todas sus fuerzas para que la muerte de
sus dos hijos fueran las últimas de su pueblo. Ese pueblo tan hermoso...de
vegetación verde y lluvia constante...
Los meses fueron pasando y Lola se convirtió en una heroína para su
parroquia, aunque ella solo tenía un objetivo. Nunca más, ni uno más. Exigió
una mejoría de esa carretera de forma inmediata. La tristeza y la melancolía
eran tan inmensas que había días en los que parecía que todo se iba a
derrumbar, pero miraba las fotos de sus hijos y seguía adelante, peleando por
lo que creía justo. A los pocos meses las máquinas aparecieron por la aldea y
con ellas el barullo de los obreros y el ruido. Lola ya se sentía en paz, había
conseguido su propósito. Pero...ahora venía lo peor. Hacer frente a la verdad,
y la verdad era que estaba sin sus seres más queridos, sin sus hijos y la
verdad sin la lucha...se le hacía aún más dolorosa. Su sensatez y su cordura se
a veces las ponía en duda. El dolor era tan inmenso que creía que morir era lo
mejor.
Ella antes del accidente lo tenía todo...y no se daba
cuenta.............................................
Es una historia ficticia pero...a la vez real, porque ocurre a menudo en
todas partes del mundo.
La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibro hay que
seguir pedaleando.
Albert Einstein (1879-1955) Científico
alemán nacionalizado estadounidense.
Ciertamente interesante ...
ResponderEliminarTremenda la historia, y como bien dices tan real que duele leerla y saberla cierta.
ResponderEliminarSi algún día se vuelve a escribir la Historia y se dice la verdad, posiblemente muchas mujeres anónimas salgan a la luz y se les reconozcan los méritos.
Montones de besos.
Devastador
ResponderEliminarHey There. I found your blog using msn. This is a really well written article.
ResponderEliminarI will be sure to bookmark it and come back to read more of your useful info.
Thanks for the post. I will definitely comeback.
Here is my web page; espionner snapchat